Fecha de estreno: 11 de septiembre de 2015
Desarrolladora: Nintendo
Distribuidora: Nintendo
Genero: Creación/Plataformas
Plataformas disponibles: WiiU
Plataforma analizada: WiiU
Cobi, Curro y...¡¡Mario!! |
Mario Maker juega con la nostalgia, con esa idea loca que todos hemos tenido de hacer nuestro propio juego. Te toca el corazón desde el primer momento en que pulsas
el botón 'crear' y lanzas el editor de niveles. Colocas un bloque '?' rodeado
de dos bloques 'rompibles', cerca de ellos colocas un Goomba y a continuación
una tubería. Recuerdas esa pantalla 1-1 del primer Super Mario Bros, y
cómo Miyamoto te enseñaba en sólo segundos la mecánica de
salto-bloque-enemigo, de cómo un objeto con forma de champiñón salía de un
bloque '?' que golpeabas sin querer al saltar para evitar al enemigo que salía
a tu paso, y de como ese champiñón (que se parecía mucho a tu enemigo) chocaba
con la tubería que había al lado y te era imposible evitar el contacto con él,
haciéndose más grande tu personaje en ese mismo instante. Han pasado 30 años
desde entonces, y no puedo dejar de sentir tristeza de que los juegos sigan
saliendo con tutoriales vacíos y aburridos, cuando tienen el ejemplo de
tutorial perfecto en Super Mario Bros.
El editor
es muy Nintendo: fácil de usar y de aprender. Sencillez de uso extrema a la vez
que demuestra un amor por el videojuego infinito. Sorprende como en tan poco
tiempo eres capaz de dominarlo totalmente, mucho tiene que ver que llevemos
jugando 'Marios' desde hace más de 30 años. El mayor pero que se le podría
poner, es no tenerdesbloqueado la totalidad de herramientas desde el
principio, obligándote a jugar durante bastante tiempo antes de poder hacer
cosas muy básicas (no poder entrar en las tuberías hasta prácticamente la
última mejora), dando la sensación de querer alargar la duración del juego
artificialmente más que de querer facilitar la integración del jugador recién
llegado. Lamentablemente es un mal que últimamente adolecen demasiados juegos,
pero que Nintendo ha demostrado en dos títulos muy recientes, uno con el
desbloqueo según tiempo de uso y otro con actualizaciones de contenido que
debería haber llevado desde el principio: Mario Maker y Splatoon. Da para
debate, desde luego, pero una de las razones que podríamos suponer es la
dificultad para mantener un catálogo sin muchos juegos de Thirds.
La mayor
preocupación que surcaba los foros era que la comunidad dedicase su tiempo a
realizar niveles casi imposibles de terminar, al no estar obligado el usuario a
seguir los estándares de diseño de Nintendo; que evitan esa dificultad extrema.
Y en parte los presagios se han cumplido: es fácil encontrarte una mayoría de
niveles con un muy bajo porcentaje de éxito de finalización, donde la única
forma de inventiva que pulula es cómo y donde colocar el siguiente puteo para
el jugador. Y no nos equivoquemos, es muy satisfactorio ver y jugar muchas de
esas creaciones, pero es en los niveles donde los usuarios dan rienda suelta a
la imaginación donde realmente se disfruta, y donde se muestra esa perfección
de una fórmula en la que Nintendo ha demostrado ser el rey. Hay lugar
para contar historias, para niveles de corte clásico, incluso para niveles de
otro genero (shot 'em up incluso).
Mario Maker te
hace sentir ser parte de la historia de los videojuegos, te hace recordar esas
tardes de bocata y Cola-cao delante de la tele de tubo de 14''. Un regalo para
los fans, y a su vez, un regalo de los fans a Mario.
NOTA
POLLÚA: Un 9 como 9 soles.
Texto: Aíto
Fotos y vídeo propiedad de sus respectivos autores
LA CONTRACRÓNICA: "Home-Miyamoto" por Guilletek
Mario Maker es
sencillamente un juego maravilloso, para qué andarse con espesos circunloquios.
Es más, es posible que la palabra “juego” –a pesar de ser maravillosa- no le
haga justicia. Lo que Nintendo, en su magnánima generosidad, nos ofrece es un
maldito simulador de Miyamoto.
Coincido al
100% con el análisis que precede estas líneas, si bien, yo subiría la nota
hasta el 10. La razón de este extra de puntuación -sólo reservado para la perfección- es que, siguiendo con la evocadora imagen con la que Aíto inicia su análisis, ver
cómo un niño descubre a Mario es una experiencia impagable… Sobre todo si las
niñas son tus hijas. De repente, un día, son ellas las que cogen el mando y tú
te dedicas sólo a mirar, para seguir viendo a tu amigo Mario…, pero esta vez
reflejado en sus ojos.
NOTA
POLLÚA: 10.
Texto: Guilletek
No hay comentarios:
Publicar un comentario